Son dispositivos que elevan y posicionan variadas cargas. Equilibran, o “hacen flotar” la carga, para compensar peso durante la elevación. Esto permite al usuario no sólo elevar la carga sin esfuerzo, sino también posicionarla rápida y precisamente evitando las “sacudidas” de los elevadores tradicionales.
Brindan funcionalidad para evitar la fatiga del operario que debe sostener y operar una herramienta o equipo repetitivamente. Son retráctiles y de fácil instalación, aumentando la productividad del operario. Algunos modelos permiten detectar la fuerza del operario, facilitando movimientos verticales precisos, eliminando los controles de subida y bajada.
Frecuentemente se utilizan para suspender equipos usados en operaciones repetitivas o para manipular cargas de peso constante, que han de desplazarse a una distancia vertical relativamente corta. Las Industrias que comúnmente los emplean son las ensambladoras de vehículos o motos, industrias textiles, industrias beneficiadoras de animales, ensamblaje de electrodomésticos, entre otras.